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conclusión del curso

Writer's picture: Nelson OrtizNelson Ortiz

A lo largo de este semestre, hemos tenido la oportunidad de estudiar grandes obras arquitectónicas del siglo pasado y del siglo actual, con un gran énfasis en los dos reconocidos arquitectos Rafael Moneo y Frank Gehry. En el curso, se llevaron a cabo una serie de conferencias en donde se desarrolló una especie de debate que giró en torno a estos arquitectos y sus obras de manera que se pudieran entender más a fondo las mismas. Indudablemente, estos dos arquitectos de alguna forma han revolucionado cada uno a su forma el mundo de la arquitectura, y han sido capaces de establecer lo que pudiéramos llamar una marca, o si aplicáramos uno de los conceptos aprendidos en el curso, tal vez se puedan llamar autores, puesto que a quien haya estudiado la obra de cada uno de ellos, se le haría muy fácil reconocerla respectivamente.


La verdad es que cuando se comienza a estudiar la obra de estos arquitectos, el primer pensamiento viene siendo que son dos opuestos totalmente. Al ver que Moneo se deja llevar más por lo académico (cosa que podemos ver ejemplificado en su evidente uso de sistemas de proporciones, entre otros aspectos) y que los diseños de Gehry se conciben sin duda alguna como algo visceral u orgánico, se pudiera comenzar a pensar que no hay ninguna similitud en estos dos arquitectos. Y así mismo como se debate en la teoría del autor el hecho de que se critique una obra por su contenido o por su autoría, deberíamos plantearnos lo mismo en la arquitectura. Es pensando así, que pudiéramos abrir más el pensamiento y comenzar a ver ciertas similitudes que en un principio no se notarían, y es que, aunque en forma y aspecto la obra de cada uno sea muy diferente, en otros aspectos comienzan a ser un poco más similares. Esta serie de escritos siempre tuvo la intención precisa de demostrar esa similitud latente que existe entre ambos arquitectos aplicando diferentes conceptos que ayudarían a analizar sus obras de una manera profunda y establecer así esas similitudes. Además, también se trató de demostrar que el balance y el grado en el que se aplican esos distintos conceptos tales como lo visceral y lo académico, el orden y la morfología, el arte y la ciencia, son lo que logran que sean arquitectos exitosos.


Ahora bien, más allá de las similitudes que puedan existir o no entre estos arquitectos, el análisis profundo de estas obras y los conceptos recibidos en el curso nos llevó a poder apreciar la arquitectura desde puntos de vistas distintos a los que estamos acostumbrados. Pudimos ver que la arquitectura no es solo la superficie ni la forma en que están dispuestos los espacios, sino que es una disciplina que comprende muchos otros elementos lo cuales deberían contemplarse. Gracias a esto, también hemos podido confirmar que existen infinidades de soluciones a un problema arquitectónico y no existe uno correcto o incorrecto, sino que el cuidado con el que se trate no importando si es de una manera más artística o por otro lado más sistemática, es lo que llevará a poder crear grandes obras reconocidas como lo son las de Gehry y Moneo. Este curso sin duda aporta grandes herramientas y conocimientos que nos llevarán a tener un mejor criterio y pensamiento crítico no tan solo en el ámbito de la arquitectura, sino también en la vida y en nuestras carreras profesionales.



Por: Nelson Y. Ortiz Aguayo



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